Una de las causas más claras a la hora de resolver el contrato es el impago de la renta por parte del inquilino. Es evidente que el pago de la renta es la principal obligación del inquilino y por ello, incluso el impago de una sola mensualidad puede dar lugar a la resolución del contrato por este motivo. Hay que tener en cuenta que el arrendador no está obligado a soportar que el inquilino se retrase en el pago del alquiler.
Cuando se produce la situación de impago, el arrendador tiene que poner en marcha las medidas adecuadas para resolver esta situación. Lo primero, y lo más útil es reclamar la renta al inquilino, sobre todo, por si pudiera tratarse de un simple error. Desde Rocket Lawyer España ponemos a tu disposición un documento de “Requerimiento de pago renta” que podrás personalizar y adaptar a tus circunstancias.