Se consideran como datos personales protegidos, la información relativa a personas físicas identificadas o que se puedan identificar.
Algunos datos tienen una protección especial por ejemplo los que se refieren a ideología, la afiliación a sindicatos o partidos políticos, la religión, la raza, enfermedades, hábitos sexuales, condenas penales, multas administrativas.
No tienen especial protección los datos de los empresarios (cuando se les nombre como tales y por su actividad), empresas o sociedades mercantiles y de las personas que les prestan servicios referidos a su nombre y apellidos, sus funciones o puesto y las dirección, teléfono, e-mail profesionales. Tampoco tienen especial protección los datos personales de las personas fallecidas (aunque los familiares pueden solicitar la cancelación de esos datos).
Por ejemplo, no tendría especial protección los datos de una tarjeta de visita de un abogado, un médico, o cualquier otro profesional o empresario, salvo que incluyera el NIF.